sábado, 23 de enero de 2021

RELIQUIA

Colgada al cuello

protegida entre piel

y camisa

viajo los días de su historia

callada y benevolente

Soy el signo de su infancia

y me ostenta en la selva

del pecho

para insinuar

   un amor dispuesto

a la entrega total

 

Sus yemas me acarician

cuando le aflige

la soledad

A veces una lágrima

empapa el madero

y murmura una frase entrecortada

Es su modo básico de rogar

a mi ausente compañero

 

Aquél me dejó

en los armarios y joyeros

en las paredes y los altares

de los hombres

como el caminante olvida sus huellas

o una nave su estela

en la mar

para recordarles

aún queda esperanza

no existe la soledad

y el amor

cuelga de nuestros pechos

muy cerca del corazón

 

Soy simple madera

en las pequeñas manos

de un niño

regresando del templo

perfumado con la ingenua convicción

de una vida abierta

a infinitos caminos

Una vieja cruz

en la piel arrugada

del abuelo

que sabe de heroicas

historias de fe

 

Postrera reliquia

Acompañaré al poeta

abrazado a su pecho

hasta el última verso