ENTREGA.

Humilde compañía, burdo mugido y aliento cálido, fueron regalos para Ti, Niño de Belén. Un corderillo de mis campos verdes, Cordero de Dios, te vengo a ofrecer. Como el bueno de Asís alimentaba las aves del campo, Tú nuestras almas con Poesía. Somos ovejas de tu prado, ciervos que beben de aguas cristalinas. Ella te acunó con dulzura y ofreció tu vida a todos. Tú, en el árbol de la cruz, nos diste el perdón y liberaste tu Divinidad.

FIN

Nacemos todos
al fin
al de los desiertos de cierto

en el comedero de los animales
al otro lado del
mar
en las pajas de un establo
nació
lloraba cuando respiré por primera vez

una nalgada del médico
y sentí en mi piel
el frío y la violencia de este mundo

gritamos
sentimos miedo

y él
en los brazos de su madre abrigado de amor

cuando nacemos no todos tienen
la caricia
el arruyo y la leche
algunos son abandonados
o muertos antes de conocer la luz

cuando en Belén vino al mundo
ya estábamos muertos
en el ombligo trajimos
la marca del exilio

RECIÉN NACIDOS

Como él nació nacimos todos allá tan lejos
al otro lado de los mares casi al final de los desiertos

Nació junto al comedero de los animales en las pajas de un establo
y lloraba cuando respiré por primera vez a una nalgada del matrón

Sentiste en la piel tú también el frío y la violencia de este mundo oscuro
Lloramos gritamos sentimos miedo y él
en ese lejano pueblo en los brazos de su madre abrigado de amor

Cuando nacimos todos teníamos esa caricia ese arruyo y esa leche aunque no todos
pues algunos fueron abandonados
o abortados antes de conocer la luz

Cuando allá en Belén vino al mundo
nosotros ya estábamos muertos
en el ombligo trajimos la marca del exilio
más cuando él murió nacimos todos

VIAJEROS

Viajan por años
Cubren territorios de sueño
en alfombras voladoras o en camello
Hace siglos guiados por su luz

Para mí comenzaron su peregrinaje
en acuarelas y tinta
casi a los nueve años
Mas ellos vienen buscándolo mucho antes
que todos los poetas del mundo

Salieron hace siglos
no de una novela
ni de la afiebrada mente del escriba
sino de su tierra de interrogantes
de la sabia luz que los guiaba
Vinieron caminando
cabalgando
a veces deteniéndose
para examinar su mapa e instrumentos
Vinieron dorados o brillantes
apenas perceptibles en los períodos más obscuros
Atravesaron bosques medievales
arcaicas grutas lejanas
Se internaron por las estrellas...

y ahora viajan por constelaciones
con sus ojos puestos en la única Meta
Sus figuras de yeso bien pulido
o trazadas por la insegura mano del infante
boceteadas en tu imaginación
todavía viajan estos hombres
en búsqueda del Mesías

SALUDOS DE OTRO SIGLO

Encendieron velas doradas
Procuraron ser felices sus últimos años
El guerrero loco
Desde la ciudad luz desde París llega su saludo
Estrellas para todos
Las mejores estrellas de tu cielo
Un regalo de amor
Las alumnas
Iluminación en el rostro de La Virgen y el Niño
La mejor pintura de Leonardo
Los niños del mundo
San Nicolás fabrica los juguetes
El amor de Dios estará con nosotros
La casa iluminada
Nieve en la cuadra
Más gratitud
Una acuarela
Un sapo
Una paloma
La Biblia abierta en San Mateo
Dos querubines desnudos
Formal institucional
Tarjetas navideñas de 1998

EL SONIDO DE LA NATIVIDAD

Dulces sonidos del metal
Los siglos tañen
Traen y llevan el mensaje los badajos
De iglesias
de castillos
de barcos
din dan
din dan

El viento mueve las cuerdas
Ellas mecen en las alturas
madres de metal

Los tubos no soplan
sino vibran
din dan
din dan
Suenan al entre-
chocarse con la brisa
Dulces mensajes de paz