miércoles, 16 de septiembre de 2009

CRECIMIENTO.

Las plantas crecen
en su verdor primigenio
Crecen carnosas y coloridas
en las peñas
en las eras
en los cerros de la costa.
Es imposible que no cesen
de crecer
de doblarse y enroscar sus
tallos y trepar por las
quebradas y los muros.

Toda la vida crece
da fruto jugoso y semilla
hasta henchir la tierra.

Los animales
según su especie
se multiplican en uno
en diez y
en cien.
Por miles en rebaños
cardúmenes bandadas
piaras jaurías.
Preñados generosamente
paren sus hijos
los amamantan
los llevan por el hocico
bien agarrados
les enseñan a caminar saltar
volar nadar
y llenan las selvas
las llanuras los campos
el cielo de vida.

“Consideren los lirios
como crecen” decía el Maestro
y piensen si acaso
la tarea humana
no es también crecer
henchir el planeta
y dar vida.

Crece el bebé el niño
el joven
Aún el adulto y el anciano
crecen
de modo imperceptible

El crecimiento es un proceso
diario regular
La polilla no sabe como crece el huevo
ni sabe la oruga que crece
y será mariposa

Se crece natural pero
es doloroso
Es difícil para la joven
parir un crío
y luego alimentarlo

Es difícil ver volar los hijos
del nido
ver crecer a los
amados que un día
cobijé en mis alas.
Desprenderse de esos lazos
y dar curso a la vida.

A nadie llama la atención
el crecimiento
porque es invisible
silencioso
humilde como tantas cosas
que hizo nuestro Padre

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