domingo, 23 de mayo de 2010

ENCUENTRO.

“Eso que ardía del cielo
hasta la tierra ¡aleluya!”
Gabriela Mistral
La nota blanca y celeste
pura mañana del puerto
venías con dos sonrisas
hasta mi dicha llegando.

Tus ojos se me clavaron
entre los hombros y el cielo
Aquello que ardió en mi pecho
no me he vuelto a desclavar.

¿De dónde me llena el sol?
¿De dónde el aceite me impregna?
¿Será de tu cruz purpúrea
o de la llama de amor
que en tus palabras flamea?

Trajiste a mi vida un fuego
un estallido de dones
Escribiste en mi ser para siempre
la razón de los dolores.

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